Psicoanalista y Psicologa Malaga


Adiós


Querido,

Hoy la única intención de mi carta es darle otra visión a las despedidas, porque es posible decir adiós con alegría. Lo general es que a la gente los finales les ponga triste, ¿por qué pasará esto?

Los finales nos afectan de una manera especial a los humanos, quizá porque nos recuerda a nuestro propio final, porque todos somos mortales. De esta forma, todo final puede producir esa sensación de tristeza, por insignificante que sea.

Como la muerte es el final de la vida, todo final nos hace pensar inconscientemente en la muerte, en nuestra propia muerte. A veces esto puede resultar tan intolerable, a nivel inconsciente, que hay gente que no puede terminar la carrera, que no puede terminar una relación, que se entristece siempre con las despedidas.

La tristeza se encuentra dentro de los afectos considerados como normales, que acontece por norma general en situaciones de cambio. Es curioso, pero no sólo nos causa un estado anímico de tristeza las pérdidas para siempre, sino también las pérdidas acontecidas por algún tipo de ganancia. Cuando la persona no logra elaborar una situación nueva es fácil que le invada una tristeza más profunda, donde aparece una apatía y una falta de interés por todo lo que le rodea. Así nos podemos encontrar a la recién casada, que aunque ha ganado un marido y su boda era lo que más deseaba ahora está triste porque no ha elaborado el cambio; o también está el ejemplo del que anhelaba unas vacaciones y cuando puede disfrutar de ellas se pone triste o el que termina los estudios y se deprime.

Es necesario que las cosas vayan cambiando, de lo contrario, que todo permanezca igual nos resultaría siniestro. Explica Freud que el valor de lo bello y perfecto está exclusivamente en la importancia para nuestra percepción y en consecuencia es independiente de su perduración en el tiempo. Así que las cosas, más allá de que sean perennes o caducas también pueden ser bellas.

Como vemos, el tiempo de las cosas no es proporcional a su belleza. Tampoco el impacto de un encuentro depende de su duración. Por ejemplo hay veces que me parece más intenso contigo dos minutos que toda una tarde. Lo que si está claro, querido, es que poder despedirnos, significa que algo ha acontecido entre tú y yo.

Un beso alegre de despedida, y hasta que la muerte venga a visitarnos, todo final es el comienzo de algo nuevo. Una despedida no significa nada. Podría significar tanto como una coma en un texto, dos puntos, un punto, punto y aparte… Todo depende del paso siguiente.