Psicoanalista y Psicologa Malaga


DÍA DE LA MUJER


El pasado lunes se celebraba el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Hace algo más de cien años, un sector de la población, las trabajadoras, nos abría el camino: hicieron huelgas, revindicaron derechos, murieron quemadas... Hoy se trata de saber capitalizar lo que ellas hicieron.

El día 8 de marzo, entre otras cosas puede ser un día para reflexionar, un día donde muchas personas se ocupen del significante mujer y del significante trabajadora y se decidan a conquistar esas posiciones. Porque ser mujer es más que tener un aparato reproductor. Y porque trabajar no sólo es ganar dinero. Un día que puede servirnos para revelarnos contra nuestro propio silencio. Las armas, las palabras. Esas palabras que por mucho tiempo han sido impronunciables para nosotras.

Ya no vale hacer actos y mucho ruido, ser trabajadora implica ir haciendo y adquirir un compromiso. No se trata de todo el tiempo compararse con el hombre, ni de hacer las cosas para demostrar algo, sino que se trata de estar cualificados y ser un buen trabajador. Hacer lo que corresponda en cada momento.

No sólo es bueno que el mundo laboral cuente con la mujer, sino que también para la mujer es bueno trabajar. Porque trabajar no sólo es un modo de estar en lo económico, sino un modo de estar en lo social, de ser humanos. Un modo, donde lo real establece el orden.

Siglo XXI y es a nosotras a quién nos toca trabajar para nuestro deseo, y para eso el deseo de la mujer debe ser distinto del deseo de su propia madre, un deseo distinto del deseo de sus hijos, y también un deseo distinto del deseo de su marido. Y esto no quiere decir exenta de obligaciones familiares, para aquella que haya decidido tener familia.

Es hora de ser humanos, y como hombre o como mujer, dejar a un lado el dramatismo. Es hora de triunfar sin necesidad de enloquecer o envejecer prematuramente como dice Antonia San Juan.

Es la mujer quien tiene que decidir ser amada o amar, ser deseada o desear. Es decir, que la mujer se debate entre la actividad y la pasividad.

 

¿SABÍAS QUE…?

- El amor cortés se da cuando la mujer está posicionada como amada y no ama, y el hombre está posicionado como amante. Pues bien, este amor cortes, degrada la vida amorosa.

- El juego de las palabras. Un maestro dio a sus aprendices un grupo de letras y les dijo que tenían que buscar la palabra Dios. Un grupo de aprendices resolvió así: aquí no está la palabra Dios, así que no buscamos más; ellos fueron los pequeños lamas. El otro grupo contestó: con estas letras no se puede construir la palabra Dios, pero aun sabiendo que no existe, seguiremos buscando, ellos fueron los grandes lamas.