Psicoanalista y Psicologa Malaga

 

QUEJARSE, QUEJARSE, QUEJARSE


…luego fui la queja sin límites.
Quejas del alma quieta, quejido lujurioso,
y nadie me escuchó.
M. O. Menassa

 

Casi todos practicamos la queja y además en cualquier dirección: en los bares, en el médico, en la casa, en el colegio, sobre la familia, los impuestos, los compañeros, los alumnos, las colas, aglomeraciones, exigencias, mala educación… Quejas físicas, quejas somáticas, quejas inespecíficas…


¿Qué es la queja? ¿Hay diferentes tipos de queja? ¿Cumple la queja alguna función? ¿A quién va dirigida la queja? Quien se queja es porque está descontento y porque de alguna manera quiere conseguir algo. Quejarse es demandar, quejarse es querellar.


Desde la clínica, podemos diferenciar distintos tipos de queja:
-Queja histérica: sujetos que hablan de su continua decepción, siempre desvalorizándose, siempre reivindicando, siempre insatisfechos, siempre inmersos en una queja constante. Sin embargo, esas quejas son el deseo de ser escuchados. Pero las cosas, rara vez son como las vemos, así podemos decir que cuando el sujeto dirige sus quejas contra otros en realidad son quejas sobre el propio sujeto.
-Queja melancólica: poco amor propio, empequeñecimiento, autorreproches… Esto tampoco es lo que parece, estas quejas contra uno mismo son quejas destinadas a otra persona. Lamentos hechos quejas…y las quejas son querellas.


Hay veces que nos quejamos de las dificultades en el amor, el trabajo, las relaciones sociales, en la creación ¿pero porqué esas áreas de la vida se vuelven difíciles? Todo viene del empobrecimiento que producen las relaciones familiares infantiles que todos guardamos de manera inconsciente. Pero con tratamiento se produce la salud que nunca se tuvo.


Si un sujeto en análisis se queja de sus desgracias, el psicoanalista no le compadece sino que le pregunta ¿por qué has hecho eso? Resulta que la queja es la acción que mejor garantiza que no habrá actos de transformación. Por eso, formular esa pregunta es para que el paciente se implique en eso que dice.
Para una madre, un amigo, un novio… las quejas simplemente son la canción diaria. Para un psicoanalista es algo más: "dime de qué te quejas y te diré con qué gozas".

 

¿SABÍAS QUÉ…?


- Un analfabeto funcional es aquel que sabiendo escribir y leer no lo practica.


- Los pre-juicios nos vuelven ciegos. Rechazamos como gestos de amor, todo aquello que no coincida con nuestra propia concepción de lo que es amar.


- La realidad es la metáfora de todo lo posible.