Hacer terapia es distinto de ir a terapia. ¿Qué esperar cuando uno va a terapia? La finalidad de un proceso terapéutico es que la persona sepa hacer algo distinto con eso que le hace sufrir, sufrir menos, hasta renunciar a sufrir. Es un proceso activo y requiere de un gran compromiso.
Se trata de que juntos, terapeuta y paciente, vayamos recorriendo un camino y construyendo esa nueva salida. Las cosas cambian si cambio yo, y cambiar conlleva esfuerzo. Por eso que no es consultar para que te den herramientas, a modo de comprar, eso se parece más a consumir, a pasividad. En este sentido, no se trata de ir a terapia sino de hacer terapia. Eso tiene su tiempo.
Pero cada vez más, y casi es un síntoma contemporáneo, las personas quieren que “le saquen algo”, rápido, sin perder tiempo, y sin sentir la curiosidad necesaria para entender lo que les está pasando. Y claro que el tiempo es muy valioso, para el que consulta y para el profesional. Pero es justamente atravesar la problemática que los trae a la consulta, de dónde se puede extraer un saber ser y estar, ese saber para hacer de otra manera.
Esas herramientas que muchas veces son demandas no suele ser un listados de cosas “que se deberían hacer” para gestionar las dificultades. El espacio terapéutico ayuda a ver y a esclarecer el camino y no tanto a decir lo que otro tiene o debería hacer. Es desmenuzando la problemática que cada paciente trae, haciéndose preguntas, aprendiendo a pensar, viendo la utilidad de los límites, reconociendo esos tatuajes sin tinta que llevamos, conocer nuestras defensas, ver cómo uno se relaciona con lo que no espera, con lo que no le cuadra, también ver cómo uno se permite y se relaciona con la alegría y el disfrute… esas son las herramientas, y un auténtico beneficio.
Genoveva Navarro
Psicóloga Psicoanalista
Nº Colegiada AO- 5262
Tel 951 91 81 21
Otras colaboraciones: a pie de calle, problemas de pareja